If you want to visit the English version of this blog, please click here.

martes, 12 de diciembre de 2017

Capturando y Reforzando. Targeting

Tras un largo silencio por el que pido disculpas, retomo la actividad del blog para tratar de aclarar y divulgar determinados conceptos relacionados con el comportamiento, y su modificación mediante técnicas de adiestramiento basadas siempre en el refuerzo positivo, de nuestras psitácidas (aunque perfectamente aplicables a cualquier otro animal).



Como decía en la entrada anterior, una vez que hemos visualizado y descrito detalladamente el comportamiento que pretendemos enseñar a Rufo, procedemos a tratar de capturar la conducta.

Para ello caben varias posibilidades:

- Esperar a que el animal simplemente realice lo que buscamos (o algo que se le parezca) de forma natural. Por ejemplo, si queremos enseñarle a que abra las alas como un águila, podemos esperar y permanecer atentos a que nuestro loro haga este gesto de forma natural, como cuando se estiran o acicalan o después de un baño, o cuando posado en nuestra mano la bajamos repentinamente (con delicadeza) provocando que el animal abra sus alas para mantener el equilibrio, y justo en el instante en que las abra hacemos click y premiamos.

- Mostrarle nosotros mismos lo que buscamos de él sirviéndole de modelo, lo que en inglés se conoce como "modelling". Si queremos que toque el extremo del palo (target), podemos acercarlo a nuestra boca varias veces en su presencia, y después ofrecerle a él la posibilidad de intentarlo.

jueves, 7 de febrero de 2013

Visualizando. Targeting



Comenzamos hoy a desarrollar nuestro primer plan de entrenamiento, explicando los distintos pasos del plan general que describí, y poniendo como ejemplo una conducta de importancia capital para futuros comportamientos como es el “targeting”.
 
Así pues, y siguiendo el esquema general, hoy explicamos el primer paso:
 
Visualización y descripción de la conducta definitiva que pretendemos obtener.
 
En primer lugar, es preciso que tengamos muy claro qué es lo que queremos enseñar a nuestro loro. No basta con pensar “quiero que Rufo abra las alas a mi señal”, sino que hay que ser muy concreto y especificar la conducta definitiva tal y como queremos que la lleve a cabo, por ejemplo “quiero que Rufo, cuando le diga “águila”, abra las dos alas y las levante al máximo y permanezca en esa posición al menos durante 10 segundos”.


lunes, 21 de enero de 2013

Tengo un plan


Antes de comenzar a adiestrar una conducta determinada, es aconsejable diseñar un plan de entrenamiento que seguirá el siguiente esquema general.

-         Visualización y descripción de la conducta definitiva que pretendemos obtener.
-         Capturar (obtener) una conducta.
-         Reforzar esa conducta.
-         Modelar la conducta según los criterios deseados.
-         Asignar una señal para que se realice la conducta.
-         Afianzar la conducta añadiendo distracciones.

En mi opinión, el adiestramiento animal se compone de tres ingredientes principales, aunque sus proporciones dependen del enfoque que cada uno pretenda. Para mí, son los siguientes:

-         50% ciencia: conceptos como “refuerzo positivo”, “Principio de Premack”, “análisis del comportamiento aplicado”, “extinción”, “momentum conductual”, “refuerzos variables”, etc. son términos con los que la ciencia define y describe diversas situaciones que han sido estudiadas bajo su riguroso prisma, y que se ha demostrado empíricamente que funcionan cuando se aplican correctamente. En mi opinión, cuánta más importancia otorguemos a las técnicas científicas, menor posibilidad de improvisación tendremos, lo que conllevará una mayor comprensión y confianza en nuestra tarea. Este es el motivo por el que en este blog, como ya dije en su presentación, procuraré exponer los conceptos científicos que explican muchos de los comportamientos de nuestros animales.

viernes, 18 de enero de 2013

Principio de Premack ("si terminas las verduras te doy helado")


Antes que nada, pido disculpas por haber dejado sin actualizar este blog mucho más tiempo del que hubiera deseado.

Hoy voy a hablar de un principio de curioso nombre y de suma utilidad en el campo del comportamiento y aprendizaje, de aplicación, como tantas veces, en animales de cualquier especie, incluyendo humanos, perros, delfines y, por supuesto, loros.

El psicólogo norteamericano David Premack (1925) enunció, tras diversos experimentos realizados con ratas, que “aquéllas conductas más probables refuerzan las menos probables” dando lugar así al Principio de Premack, de capital importancia en adiestramiento animal y que facilita el empleo de técnicas avanzadas como el uso inverso de cadenas de comportamientos (back-chaining). Otra forma de entenderlo es que los refuerzos no sólo pueden ser comida o caricias, sino que una conducta que se percibe como agradable también es un refuerzo.





viernes, 7 de diciembre de 2012

Click Click ... Clicker

El clicker es, nada más y nada menos, una herramienta empleada para entrenar animales de toda especie, mejorando nuestro sistema de comunicación con ellos. No es una varita mágica que conseguirá que nuestros loros jueguen al baloncesto o canten villancicos. Es tan sólo una herramienta y como tal debemos aprender a utilizarla y a conocer cómo funciona. Podríamos usar un chasquido de nuestra lengua, una luz, un sonido diferenciado… no necesariamente un clicker, pero es importante que la herramienta que empleemos sea capaz de reproducir siempre la misma señal, lo que, unido a su pequeño tamaño,  reducido precio y facilidad de adquisición (en cualquier tienda de animales lo encontraremos) convierten a este pequeño utensilio en una herramienta muy eficaz. Por cierto, al contrario de lo que mucha gente cree, fue desarrollado por Keller y Marian Breland hace más de 60 años y no por Karen Pryor (si bien la autora del extraordinario libro, de obligada lectura, Don´t shoot the dog ha divulgado y popularizado su uso).
                  
                                                                        Ilustración de Kevin Brockbank 

viernes, 23 de noviembre de 2012

Rufo se presenta bailando

Como indico en el encabezamiento de este blog, pretendo aunar en este lugar teoría y práctica que nos permitan mejorar la relación con nuestras mascotas a través del adiestramiento. Así pues, hoy quiero dejar la teoría al margen y mostraros un par de videos con ejemplos prácticos de lo que podemos conseguir aplicando las técnicas que pretendo explicar en este blog.

En este primer video expongo brevemente algunos consejos para conseguir que nuestros loros aprendan a hablar en contexto. Personalmente, como digo en el video, opino que hablar es lo más tonto que saben hacer nuestros animales, aunque es innegable que es una cualidad llamativa y diferenciadora. Próximamente me detendré en explicar las diferentes técnicas que podemos emplear para potenciar este tipo de vocalizaciones. (Para los más impacientes, se presenta  a si mismo a partir del minuto 3.20... aunque la impaciencia y el adiestramiento son términos incompatibles). Por cierto, este video es un ejemplo de cómo los yacos son capaces de "calcar" la voz que reproducen (en este caso la mía, en otras ocasiones la de mi mujer o la de cada uno de mis hijos con perfecta nitidez), elevando el concepto imitación a su máxima expresión (otro día os contaré algunas anécdotas derivadas de esta facultad...). Vamos allá:

viernes, 16 de noviembre de 2012

Refuerzos


La consecuencia que un animal obtiene inmediatamente después de un determinado comportamiento se denomina “refuerzo” si provoca que el comportamiento se repita con mayor frecuencia o intensidad, y “castigo” si causa que la conducta tienda a disminuir en frecuencia o intensidad.

Asimismo, y como ya hemos comentado en otras ocasiones, ese refuerzo será “positivo” si implica la adición de un estímulo y “negativo” si supone su eliminación.

El procedimiento más eficaz para modificar la conducta lo constituye el basado en el REFUERZO POSITIVO, ya que el sujeto generalmente estará dispuesto a trabajar duramente para conseguir ese refuerzo, mientras que para evitar un refuerzo negativo suele aplicarse la “ley del mínimo esfuerzo” para escapar del estímulo que produce aversión (además de que se ha demostrado que el empleo de estas medidas aumentan la agresividad y la apatía (Azrin&Holtz, 1966).